martes, 22 de mayo de 2012

Minería Argentina:

de ganancias macroeconómicas y pérdidas socioambientales[1]

Ana Laura Berardi
Conicet
Grupo de Estudios Regionales - UNMDP

Introducción

La crisis económica que atraviesa la economía capitalista desde finales de la década del ’60, ha conducido a generar mecanismos y ajustes, por parte del capitalismo central, que permitan reactivar el proceso de acumulación. Para ello, el poder hegemónico, a través de los Estados más poderosos y los organismos multilaterales de crédito han diseñado políticas y estrategias, de redireccionamiento de las inversiones, redefinición del papel del Estado y de políticas productivas, en los estados periféricos. Por su parte éstos, ante una postura de debilidad o bajo el concepto de aprovechamiento coyuntural como nicho atractivo para nuevos capitales, han aceptado estas reglas de juego.
En este contexto, la valorización y apropiación de los recursos naturales ha adquirido gran importancia, fenómeno que ha llevado a una profunda discusión por tratarse de bienes genuinos con los que los pueblos cuentan.
Si bien Argentina, ha sostenido históricamente su proceso de acumulación – con mayor o menor preeminencia – en la actividad primaria, sustentado en la fertilidad de su pampa húmeda, en la actualidad es su frontera occidental la que ejerce un importante atractivo para las inversiones extranjeras. De un país que otrora fuera catalogado como “el granero del mundo”  hoy ha pasado a ser “la niña mimada o la vedette de la minería”. Los avances tecnológicos, el incremento de la demanda y de los precios en el mercado mundial, sumado a la necesidad del capitalismo de sostener e incrementar la perimida reproducción ampliada del capital y controlar recursos estratégicos como son los metales, han conducido a una ofensiva sobre los espacios periféricos. A su vez estos estados, deseosos de atraer inversiones, se han amoldado a los requerimientos que el capitalismo transnacional requiere. Leyes beneficiosas, bajo riesgo empresario, altas tasas de rentabilidad y flexibilidad en términos ambientales, son algunos de los puntos que se han concedido para el arribo de nuevos emprendimientos.
Ahora bien, esta situación puede considerarse como beneficiosa o catastrófica según el prisma con el que se la mire. A lo largo de este trabajo se intentará reflexionar sobre cuál ha sido el impacto que ha tenido sobre la economía argentina, esta nueva faceta de país minero. Para ello, en una primera parte será brevemente desarrollado el contexto político – económico internacional y nacional, que conllevó a que las inversiones mineras se incrementen en el país.
En una segunda instancia se abordará cuál ha sido el real beneficio sobre la macroeconomía, luego de casi 13 años de la puesta en producción del primer emprendimiento a cielo abierto.
En tercer y último lugar, se incorporará al análisis un componente indispensable para abordar la problemática: las repercusiones que este nuevo perfil productivo, ha  tenido sobre la población. Si bien resulta dificultoso obtener datos estadísticos sobre indicadores sociales, de igual forma, se utilizarán variables cualitativas que posibiliten establecer un marco de situación sobre la aceptación o reticencia social  para con la actividad.

La antesala de la Argentina minera

 La actividad minera en Argentina tiene su génesis incluso desde la época precolombina,  sin embargo, no fue sino hasta la década de los ´90 que tomó especial relevancia e interés incluso en las áreas que no tienen injerencia directa en el desarrollo productivo.
Este viraje en el comportamiento del sector, sin duda alguna,  no puede ser atribuido a una causa, sino que por el contrario, adquiere un carácter multicausal, producto tanto de factores internos como así también externos. En este último caso, cómo se esta intentado plantear en el presente trabajo, jugando un papel de relevancia.
Un renombrado diario a escala internacional, el Wall Street Journal, atribuye a las empresas mineras el ser “el barómetro de la salud de la economía global”[2], epíteto que sin duda le da gran significatividad. En cierta forma, el devenir del desarrollo de la economía capitalista ha dado muestras más que suficientes que permitan asignar tal estelaridad a la actividad minera. Sin embargo, a lo largo de la historia del capitalismo, también se ha demostrado que no se debe establecer taxativamente una relación en términos lineales.
Si bien, el objetivo de este trabajo no es analizar pormenorizadamente la génesis y el derrotero de la minería, resulta de especial relevancia establecer ciertos lineamientos sobre lo que ha ocurrido con la inversión extranjera (IE), en general y en particular la minera, en América Latina, que permitan comprender la situación actual de la actividad.
Los primeros años luego de la segunda posguerra, hasta la década del 70, se caracterizaron por un fuerte flujo de capitales hacia la región, provenientes tantos de organismos multilaterales de crédito, como así también en forma directa por parte del capitalismo central. Estas inversiones tuvieron como destino prioritario el abastecimiento de recursos naturales, necesarios para una industria en expansión luego de la reconstrucción de posguerra. Pero a su vez, en un contexto de economías bajo un fuerte proteccionismo y de crecimiento industrial en la periferia, fue un nicho importante para las IE en ese sector. Ambos casos planteados se encuentran directamente relacionados ya que los recursos naturales fueron de gran importancia como insumos también para la industria local. (Sánchez Albavera, 1999: 7).
Aunque durante las décadas que mediaban la centuria, se podía observar un proceso de expansión de la economía mundial, el final de los 60 va a mostrar la ruptura del paradigma de acumulación vigente. El sistema de economías protegidas, con mercados saturados va a generar que las tasas de rentabilidad sufran una fuerte desaceleración, algo no permitido en la lógica del capitalismo. A partir de entonces comienza a gestarse un fuerte proceso de presión, por parte del capitalismo central, que conduzca hacia la apertura de las economías especialmente periféricas. Este proceso, David Harvey lo ha denominado  como “ajustes espacio- temporales”[3]. (Berardi, 2008)
A pesar que en apariencia este fenómeno parecería no observarse, ya que la IE  - sobre todo la destinada a la explotación de recursos naturales - comienza a restringirse en América Latina. Dicha reducción responde a la nacionalización de empresas. No obstante este mecanismo se vio plasmado fundamentalmente a través de la contratación de créditos externos, que significaban asumir determinadas pautas de los organismos multilaterales de crédito, y detrás de ellos el capitalismo central, imponían. (Sánchez Albavera, 1999: 7).
Con el incremento de la deuda externa que se produce a principio de los 80, la tendencia a contraer empréstitos continuó la misma tendencia. La necesidad de cubrir los pagos de la deuda, generó un círculo vicioso que terminó por colapsar las ya débiles economías de la región.
 El inicio de los ´90 significó el punto de quiebre de la inestabilidad política y económica que marcó a la década precedente. Ahora bien, este quiebre no necesariamente implicó que la deuda social existente menguara sino todo lo contrario.
La necesidad de  equilibrar las cuentas nacionales y de obtener dinero para asumir la deuda que el Estado había contraído (en gran parte deuda pública fraudulenta), llevó reestructurar la política macroeconómica. Se estaba entrando a la “globalización”, al mundo de las oportunidades, sí es que se estaba lo suficientemente preparado para afrontar con tesón el cambio que era necesario. No era otra cosa que seguir los designios del imperialismo. Así lo explica un posteriormente arrepentido ideólogo de la política de esos años: “En las cumbres internacionales (…), nos ufanábamos de nuestro éxito y sermoneábamos a los líderes de otros países: si querían disfrutar de una prosperidad como la nuestra, lo único que tenían que hacer era emularnos”[4].  A vista de lo sucedido, la emulación era para sus pares europeos y Japón, mientras que el resto debía acatar las recetas que desde esas latitudes habían pensado para ellos. Mientras las exigencias de apertura y desregulación de la economía eran condición necesaria para los países periféricos, el capitalismo central, fronteras adentro, no hacía caso a lo que ellos mismos pregonaban como receta que conducía directamente al éxito. Estas condiciones de victoria asegurada no eran precisamente de los estados que pusieron en marcha este tipo de medidas, sino por el contrario y cómo ya me mencionó previamente se trataba de un mecanismo de ajuste del poder hegemónico para asegurarse una acumulación de capital acorde a sus expectativas.
Ahora bien, no en toda la periferia se podía llevar adelante  estos ajustes espacio - temporales. Allí donde las condiciones no eran óptimas para ello, o en un momento de competencia interimperialista, emerge la cara más cruda del capitalismo, proceso que Harvey denomina “acumulación por desposesión”, en otras palabras el retorno a la acumulación primitiva de Marx. La apropiación de los recursos naturales, el desplazamiento de población, las privatizaciones son claras muestras de ello. (Harvey, 2003, 17).

El “despertar” minero argentino

Argentina tiene una extensa cordillera de más de 5 mil km., dotada de innumerables recursos mineros, siendo considerada por la Mining Journal como la 6ª nación con mayor riqueza minera. Pero los recursos existían desde hace mucho tiempo. Entonces ¿cuáles son las razones para que se despierte un interés tan repentino sobre la misma? La combinación de varios factores fue necesaria para que en el país se produjera lo que ha sido denominado “boom” minero o el nacimiento de la Argentina minera o megaminera.
En primera instancia, la necesidad de incremento de consumo de diversos tipos de bienes tanto a nivel doméstico o industrial ha generado mayor demanda de metales, insumos básicos de tales productos. La necesidad de abastecerse de los mismos a bajos costos, en gran cantidad y rápidamente condujo a un proceso de modernización tecnológica que permitiera cubrir las demandas.
Por otra parte, otros factores, que suelen ir de la mano, se combinaron para hacer aún más viable el desarrollo de la actividad: la escasez y la invención. La demanda de metales, que ha ido in crescendo desde la consolidación de la revolución industrial, va a encontrar su techo en tanto se trata de recursos no renovables. En la actualidad, la ley de los minerales ha disminuido[5] considerablemente, hasta incluso convertirse en imperceptible a la vista. Aquí es donde aparece en todo su esplendor el cerebro humano para hacer realidad lo imposible. El desarrollo del sistema de explotación a cielo abierto o minería química[6], con el aporte de los satélites para descubrir lo que la vista del hombre ya no detecta combinado con mapeos geológicos y topográficos, renuevan las esperanzas de una actividad que se creía en retroceso. Pero, esto tiene sus consecuencias. Millones de rocas son explotadas a diario para extraer el metal que se encuentra diseminado, haciendo desaparecer cordones montañosos por completo.
Ahora bien, este proceso de explotación a cielo abierto, que resulta relativamente  novedoso en el país e incluso en la región, ya había sido implementado en los países centrales desde la década del 70. Si bien cabe destacar, que el mismo ha sido prohibido en los mismos por resultar altamente contaminante.
 Estas causas antes mencionadas podrían explicar este auge minero, pero además, existe otro elemento que resulta determinante para que Argentina haya sido elegida como uno de los países en donde estos grandes conglomerados hayan puesto sus ojos y su dinero. De esta forma, para que se produjera el arribo de inversiones al sector, a su vez era necesario desarrollar un marco legal acorde a las necesidades del capital transnacional.
 A mediados de los años ’90 se consolida, a través la creación y/o modificación de marcos normativos, el modelo de país cada vez más dependiente, que se venía gestando desde mediados de la década del ’70. La consolidación de un modelo expoliador estaba en marcha.
En este contexto de reforma del Estado, privatización de los activos públicos y apertura comercial, se intentó llevar adelante un programa, que desde el gobierno se planteó como de modernización e incentivo a las inversiones. Tales medidas fueron la condición necesaria para los organismos internacionales encargados de otorgar créditos, como es el caso del Banco Mundial. Dicha institución fue determinante para llevar a cabo las reformas, otorgando dos préstamos por casi 70 millones de dólares en los años 96 y 98, que tenían como finalidad reconvertir al sector, participando activamente en la toma de decisiones de cómo y quién sería responsable de la explotación de los recursos de ahí en más. Fenómeno no exclusivo de Argentina, sino muy por el contrario muy similar en toda la región (Gutman, 2007: 12). Pero a su vez, la mencionada institución, a través de una de sus ramificaciones la Corporación Financiera Internacional (CFI), fue partícipe activa del proceso de extranjerización  de Mina Aguilar (Provincia de Jujuy), que se había mantenido por casi 70 años de actividad ininterrumpida bajo el control de capitales nacionales, siendo además la gran representante de rubro metalífero hasta la llegada de los nuevos emprendimientos. (Gómez Lende y Velásquez, 2008: 66).
No obstante, la intervención de esta entidad no concluye allí. En respuesta a los requerimientos solicitados por la Comunidad Indígena de Tafí del Valle, sobre la incumbencia financiera y de gestión ambiental de los proyectos de Minera La Alumbrera y Agua Rica, el Banco Mundial,  responde:

“En el marco del ´ Segundo Proyecto de Asistencia al Sector Minero Argentino ´ para el cual el Banco Mundial otorgó un préstamo de US$ 39.5 millones que fue implementado entre 1998 y 2001 (…), el BIRF encomendó diversos estudios acerca de los impactos socio – económicos de inversiones en minería. Uno de esos estudios fue realizado en Bajo de la Alumbrera. Como resultado de los estudios, el BIRF realizó recomendaciones al Gobierno de Argentina acerca de procesos de consulta, capacitación y fortalecimiento institucional, evaluación de impacto y reporte de operaciones, a fin de mejorar las contribuciones de proyectos de minería al desarrollo económico  y social local.”[7]

Sin embargo, a pesar de aceptar que ha otorgado dinero que ha sido relevante para consolidar la actividad y contribuir al desarrollo social, las contradicciones que de la misma carta se desprenden son de especial relevancia. A continuación de lo expresado anteriormente, y en una manifiesta estrategia de deslindarse de todo tipo de responsabilidad, la carta expresa lo siguiente:

“Este estudio [en referencia al encomendado por el BIRF][8] no implicó la intervención del BIRF en la gestión de la Empresa Minera La Alumbrera, por lo que los comunicados de la misma, en términos de que la empresa cumple con los estándares del Banco Mundial en materia ambiental, no cuentan con el respaldo del BIRF.”[9]

De lo que aquí se ha planteado surgen dos cuestionamientos sumamente importantes y graves. Por un lado, dicha entidad otorga dinero, que supuestamente esta destinado a contribuir al desarrollo y manifiesta su compromiso para con ello, pero por otra parte no ejerce su control para que se efectivice en los términos pautados. No obstante, aunque ello fuera sólo una elegante manera de no responsabilizarse de los perjuicios que esta actividad trae aparejados, el hecho de  asegurar que la primera y una de las más importante empresa del rubro en la Argentina este utilizando sin su aval, el nombre de esta entidad para asegurar que cumple con todas las normas establecidas, implica un denuncia que no puede ser tomada a la ligera.
Pero las contradicciones no terminan allí. Párrafo seguido a desestimar su injerencia de las actividades de la empresa, se plantea:

“Cabe resaltar que la Agencia Multilateral de Garantías para Inversiones (MIGA), emitió garantías por USD 14 millones a la empresa ´Rio Algom Limited´ y un grupo de bancos comerciales liderado por el ´Citibank´ para inversiones en ´Minera Alumbrera Limited´. Dicha garantía fue emitida en 1997 y cancelada en 2004. Les anticipamos que MIGA no ha tenido ninguna relación contractual con el inversionista desde el año 2004 y, por ende, no ejercita ningún tipo de control sobre las operaciones del proyecto”.[10]

Cualquier tipo de justificación que aquí se pueda bosquejar, sonaría irrelevante ante la contundencia de la respuesta brindada por este organismo. Aunque se quiera sostener que las entidades actuantes son diferentes e independientes (BIRF y MIGA) no se puede obviar que ambas pertenecen al Banco Mundial y, por lo tanto, han tenido injerencia directa sobre el derrotero que ha seguido la actividad en éstos últimos años, incluso aportando dinero para una empresa que, según ellos utiliza su aval, en materia ambiental, sin su anuencia. Una muestra más de cómo han actuado estos organismos en pos de los intereses del capital transnacional.
Ahora bien, se ha hecho referencia a la relevancia que ha tenido la modificación del marco legal para la transformación de la actividad minera. Por lo que resulta importante  explicar en qué consisten tales modificaciones y los beneficios que las empresas transnacionales reciben para convertir a Argentina en un país atractivo.  
El punto de partida del “boom minero” debe situarse en el año 1993. Durante el mismo se sancionan leyes de gran importancia. Las nuevas normativas a las que se hace referencia son: de Inversiones Mineras (24.196), de Reordenamiento Minero (24.224), Acuerdo Federal Minero (24.228). A estas se suman otras del año 1995 como son la de creación del Banco de Información Geológica (24.466) y Minería y Medio Ambiente (24.498). Este último caso resulta de especial importancia, ya que dos años después de haber creado condiciones para la llegada en cuantía de inversiones, recién se van a reglamentar los controles ambientales, en una actividad que necesita regulación máxima y que ha dado muestras más que suficientes a lo largo de todo el planeta del daño que puede ocasionar. Pero un elemento que reviste aún mayor gravedad es que la ley omite sobre quién será responsable por el cierre de mina[11]. Finalmente, en el año 1997, como corolario a todo este nuevo paquete normativo se modifica definitivamente el Código Minero,  que con escasas alteraciones, se encontraba vigente desde 1886.
¿Qué lograron las empresas mineras con esta nueva normativa? [12] Entre las prebendas más importantes se encuentran:
§  Estabilidad fiscal y cambiaria por 30 años, siendo el periodo más amplio en toda la región
§  Aunque las provincias son las administradoras de los recursos, sólo pueden cobrar hasta un máximo de 3% (en el caso de San Juan es del 2%) en concepto de regalías en bocamina y bajo declaración jurada – de ese monto, el estado les devuelve entre el 5 y 7% por exportar por puertos argentinos
§  Deducción de gastos de hasta el 100%  de prospección, exploración, estudios especiales. Además, del canon podrán amortizarse las inversiones en infraestructura.
§  Exención de tasas aduaneras, IVA, pago del impuesto al cheque, gasoil tasa de sellos, así como también ningún impuesto nacional, provincial o municipal.
§  Doble deducción de gastos de exploración
§  No existe obligación de liquidar divisas
§  Libre exportación del total de la producción.
Resulta evidente que estos beneficios resultaron más que atractivos para las empresas mineras. 
Con la puesta en funcionamiento de Bajo La Alumbrera (perteneciente a las empresas Xstracta Cooper, Northern Orion, Goldcorp y el consorcio argentino YMAD) primer gran emprendimiento en el país, y seguida por Salar del Hombre Muerto (FMC Lithium) – ambas en la provincia de Catamarca- y Cerro Vanguardia (Anglogold, Ancorp y Petrobrás), en la provincia de Santa Cruz se puso en marcha la “mega” minería argentina.  
Paradójicamente estos emprendimientos comienzan a funcionar, en un momento en donde la coyuntura económica mundial no era favorable, ya que la demanda de metales había sufrido una  fuerte contracción debido a la crisis que atravesaban los países del sudeste asiático, economías de industrialización reciente. No obstante, estos emprendimientos, apoyados en una legislación favorable, continuaron su camino de producción sostenida. El control de recursos estratégicos que posibiliten una mejor posición en la puja interimperialista y profundizar el fenómeno de subordinación de los países periféricos, parece resultar mucho más poderoso que las inestabilidades de la economía mundial.
Cómo se puede observar en el cuadro N° 1 y en el gráfico N° 1, la producción minera argentina cambio radicalmente desde ese momento. Mientras en etapas anteriores el rubro que dominaba la actividad eran las rocas de aplicación, fundamentalmente asociadas al mercado interno y manejadas por capitales nacionales, a partir de la puesta en marcha de Minera Alumbrera y los proyectos sucesivos, el rubro metalífero es quién lidera. Es importante destacar que paralelamente al incremento de la explotación metalífera (predominantemente oro y cobre), la crisis de la convertibilidad y la reseción   económica van a generar un fenómeno de retracción de las inversiones en obras públicas y en la construcción. No obstante, en plena caída de la economía argentina se puede observar un repunte de este rubro. La restricción a la extracción de dinero de los bancos (corralito) y la alternativa de hacer uso de esos fondos para transacciones inmobiliarias, fue vista como una oportunidad de recuperar los fondos congelados. Esta política indirectamente favoreció a un nuevo incremento del rubro, que de igual forma ya le había dejado su primacía a los metales, que anclados en un repunte de la demanda internacional, van a aumentar aún más su participación. A partir de ese momento tanto el oro como el cobre van a alcanzar récords históricos en su cotización, como consecuencia de la expansión de económica que atravesaban tanto China como India[13]. De hecho, la producción no alcanzaba a cubrir una demanda cada vez más creciente. Pero a su vez, el proceso de devaluación del peso argentino, permitió que el negocio se convirtiera aún en más redituable, a pesar del alto componente importado. Por otra parte, la devaluación de los bonos del tesoro estadounidense y del dólar en 2002, disparó la cotización del oro en el mercado mundial[14]. De lo desarrollado se desprende, que en el caso del oro, su uso industrial es muy restringido, convirtiéndose así en un instrumento de especulación en momentos de inestabilidad económica (Gutman, 2007: 12). Cómo se observa en el gráfico 2, éste metal es el que lidera las extracciones en Argentina, por lo que evidentemente influyó para que durante ese año se registrara el mayor pico de crecimiento de todo el periodo analizado.
 En los años sucesivos a este punto máximo de incremento en el valor de la producción, la minería metalífera comienza tener un declive, con ciertas fluctuaciones propias de la inestabilidad de la demanda internacional.
Por su parte, el repunte sostenido de las rocas de aplicación, en los últimos años, tiene su explicación por un lado en la política de obra pública impulsada por el gobierno, en una suerte de medida de reactivación del empleo. Estas medidas se pudieron llevar adelante gracias a las importantes reservas de divisas producto de un modelo cambiario favorable para las exportaciones, conjugado a su vez, con una alta demanda de commodities agrarios en el mercado internacional.
Pero esta reactivación del sector no puede explicarse solamente por el impulso estatal. La especulación en el mercado inmobiliario, que tiñó a gran parte de las economías del mundo no fue la excepción en Argentina. Este hecho desencadenó un fenómeno de construcción y negocios en dicho mercado que repercutieron en el rubro de las rocas de aplicación.
Por su parte, el resto de los rubros que componen la minería, no han logrado tener una presencia importante en el mercado externo y quedan circunscriptos a la demanda interna, en algunos casos como insumos de la gran minería. Pero en todos los casos su participación es muy inferior a los  sectores antes  analizados.




Cuadro Nº 1: Valor de la Producción minera (1993 – 2007)
(en miles de $ a precios de 1992)


Año
Total
Minerales Metalíferos
 Minerales No Metalíferos
Rocas de Aplicación
Piedras semi preciosas
Combustibles
(Carbón mineral)
1993
480.600,0
44.137,0
120.661.0
306.882,0
S/D
S/D
1994
491.867,0
40.762,0
119.641,0
329.978,0
S/D
S/D
1995
512.763,0
46.450,0
107.700,0
333.800,0
S/D
S/D
1996
543.800,0
59.800,0
108.800,0
348.600,0
S/D
S/D
1997
604.033,0
111.100,0
110.200,0
364.400,0
S/D
18.150,0
1998
967.514,2
508.946,2
103.747.9
360.573,6
S/D
15.846,4
2000
1.005.308,8
567.796,0
104.275,0
314.884,0
486,8
17.867,0
2001
1.037.203,5
699.824,0
93.585,0
232.490,0
425,3
10.879,2
2002
1.026.271,6
737.405,0
79.331,8
204.980,0
465,7
4.089,1
2003
1.069.433,5
697.741,0
98.400,6
263.609,7
1.127,6
8.554,6
2004
1.157.287,5
656.266,0
123.367,1
365.989,5
2.948,5
8.716,4
2005
1.316.861,2
686.745,8
182.051,6
421.255,1
3.576,7
23.232,0
2006
1.546.237,7
852.782,9
186.937,7
482.784,3
2.381,6
21.441,2
2007
1.734.610,8
833.987,9
220.345,6
663.092,9
1.207,0
15.977,4

Fuente: Ministerio de Planificación Federal, Inversiones Públicas y Servicios. Secretaría de Minería. Dirección Nacional de Minaría

Gráfico Nº 1: Participación porcentual en valores, sobre el total de la producción minera para años seleccionados.
Fuente: Elaboración propia en base a datos del Ministerio de Planificación Federal, Inversiones Públicas y Servicios. Secretaría de Minería. Dirección Nacional de Minería
 La minería hoy ¿un negocio rentable?

Si bien en el apartado anterior se ha desarrollado como ha sido el marco político legal que permitió la llegada de capitales extranjeros que transformaron la minería argentina, resulta interesante ahora, analizar cuál ha sido el impacto sobre la macroeconomía argentina.
Desde que se iniciaron las reformas económicas, durante el gobierno de Carlos Menem hasta la actualidad, profunda crisis política y socioeconómica mediante, han pasado varios gobiernos de diferentes extracciones políticas. Sin embargo la política minera ha continuado por los carriles que se comenzaron a transitar hacia mediados de los 90. 
Hoy desde el Estado Nacional se celebra largamente el éxito de la actividad. Ahora bien ¿Cuáles son los datos que sindican tal suceso?
 A los emprendimientos ya mencionados, deben agregarse seis proyectos más que ya están en producción: la reconvertida Mina Aguilar (Jujuy), Pirquitas (Jujuy), Gualcamayo (San Juan),  Manatial Espejo (Santa Cruz),  San José – Huevos Verdes (Santa Cruz) y  Veladero (San Juan). Este último caso se trata  de un proyecto mayor como lo es Veladero – Pascua Lama, ambos casos explotados por la Barrick Gold (ver cuadro 2). Esta obra va a ser el primero de los casos en donde se llevará a cabo un proyecto binacional con Chile, en el marco del Tratado Minero Argentino Chileno. Dicho tratado ha generado varias controversias, tanto desde el punto de vista político como así también ambiental. El mismo esta asentado sobre ambos lados de la Cordillera en áreas inestables desde el punto de vista ambiental y marginales desde el punto de vista socioeconómico, poniendo en peligro importantes glaciares, fuentes fundamentales de agua potable y de riego a ambos lado de la cordillera.
A su vez, para asegurar que el negocio sea completamente rentable, como si faltaran muestras de ello el territorio que será ocupado por estos emprendimientos no se regirá por las leyes de ningunos de los países intervinientes. Se formará una especie de tercer estado en plena cordillera. El Estado Barrick Gold.
Aún a pesar de la controversia, Veladero se encuentra en funcionamiento[15] y Pascua Lama en plena construcción[16]. Y efectivamente existe un pleno interés por parte del gobierno argentino de que entre en producción, ya que desde el Poder Ejecutivo se ha vetado la Ley de Glaciares, por la cual ni Pascua Lama, ni muchos de los proyectos que existen en carpeta hubieran sido viables.
Los nueve emprendimientos que se encuentran en plena actividad en la actualidad (ver cuadro 2),  en su gran mayoría extraen oro, cobre y en menor medida plata[17]. Como se puede observar en el gráfico 2, en el periodo comprendido entre los años 2000 / 2007, el oro ha sido el que mayor preeminencia ha tenido, aunque las diferencias con el cobre no han sido sustanciales, en el caso del resto de los metales tienen una participación marginal.  Esta preeminencia aurífera ha transformado a Argentina en el tercer productor americano – superando a Chile y Brasil -  y el décimo cuarto en el mundo. Con la puesta en funcionamiento de los proyectos en carpeta (ver cuadro 2), se espera que en los próximos 5 años el país se encuentre entre los primeros diez productores mundiales. (Noticias Secretaría de Minería 07 – 11 – 08).

Cuadro N° 2: Principales Yacimientos Mineros en Argentina


 Yacimiento
Ubicación
Tipo de mineral que se extrae
Empresa/s
Estado del proceso
Inversión
(en millones de pesos)
Aguilar
Jujuy
Plata, Plomo, zinc, estaño, cadmio
Compañía Minera del Sur (Yamana Gold)
En producción
 465
Bajo La Alumbrera
Catamarca
Cobre y oro
Xtracta Cooper, Northern Orion, Goldcorp, YMAD
En producción
3.720
Cerro Vanguardia
Santa Cruz
Oro y plata
Anglogold – Ancorp, Petrobras
En producción
1.147
Gualcamayo
San Juan
Oro
Yamana Gold
En producción
S/D
Manantial Espejo
Santa Cruz
Oro y plata
Pan American Silver Corp - Silver Standard
En producción
600
Pirquitas
Jujuy
Plata, plomo y zinc
Silver Standard
En producción
453
Salar del Hombre Muerto
Catamarca
Litio
FMC Lithium
En producción
S/D
San José – Huevos Verdes
Santa Cruz
Oro y plata
Minera Andes - Hochschild
En producción
310
Veladero
San Juan
Oro y plata
Barrick Gold Corp - Homestakes
En producción
1.938
Agua Rica
Catamarca
Cobre y oro
Northern Orion Resources Inc.
En construcción
9.000
Lama Pascua
San Juan
Oro y plata
Barrick Gold
En construcción
7.750
Pachón
San Juan
Cobre
Noranda
En construcción
6.500
Potasio Río Colorado
Mendoza
Potasio
Río Tinto
En cosntrucción
7.000


Fuente: Elaboración propia en base a datos  del Ministerio de Planificación Federal, Inversiones Públicas y Servicios. Secretaría de Minería. Dirección Nacional de Minería






Gráfico N° 2: Valor de la producción de los principales minerales metalíferos, por sustancia mineral. Total del país – Años 2000 - 2007
(% $ a precios de 1992)

Fuente: Elaboración propia en base a datos del Ministerio de Planificación Federal, Inversiones Públicas y Servicios. Secretaría de Minería. Dirección Nacional de Minería

Según lo planteado por  fuentes oficiales, la actividad es un éxito:
“Luego de años de postergación la actividad minera nacional se ha convertido en una verdadera alternativa productiva para el desarrollo y la prosperidad de las zonas más alejadas de los grandes centros industriales de nuestro país”.[18]
Pero ¿en qué se sustentan para aseverar tal afirmación? Desde el año 2003 hasta el 2008, las inversiones en el sector han tenido un crecimiento acumulado del 903%. En la actualidad existen 403 emprendimientos de diversa envergadura (teniendo en cuenta los diferentes estadíos del proceso de producción: exploración, prospección, construcción y producción). Sí esta cantidad de emprendimientos es comparada con los existentes en 2003: 40 resulta evidente el incremento que ha tenido la actividad durante el periodo observado. 
 A partir de lo desarrollado se puede suponer que un “éxito” no puede descartarse porque si. Por esta razón, la Secretaría de Minería augura que la actividad continuará por la senda trazada y en proceso de expansión.
Así, las estimaciones brindadas, sindican que para el año 2015, 18 serán los mega - emprendimientos en funcionamiento lo que significaría una inversión inicial de más de  38.500 millones de pesos.
Pero el organismo en cuestión, en su informe de gestión, no culmina allí con su derroche de elogios para con la actividad que gestiona. Un elemento determinante, que implicaría una relación directa entre las mineras y las sociedades locales, y que posibilitaría lograr parte de la “licencia social” [19] que estas empresas necesitan es la generación de empleo. Al respecto, la misma fuente sostiene que entre 2003 y 2007, el crecimiento promedio de empleos directos fue del orden del 110% (19 mil en 2003 – 40 mil en 2007). Mientras que el caso de los indirectos, para el mismo periodo, el crecimiento fue del 141% (79.800 y 192 mil respectivamente).
Ahora bien ¿por qué existe tanta reticencia social? ¿Se deberá a los “intereses malintencionados y el desconociendo”, como afirma el gobernador de San Juan José Luis Gioja?[20] O ¿habrá que “disipar los fantasmas” como propone la ONG Cambio Democrático[21].  En ambos casos se trata de dos defensores del actual modelo minero, aunque las estrategias que utilizan son totalmente diferentes. Mientras que Gioja lo hace abiertamente, y es precisamente el gobernador de la provincia con más proyectos en exploración y la que tiene en construcción y/o funcionamiento los de mayor envergadura. Pero además participa activamente del negocio, ya que juntamente con su hermano, el Senador César Gioja – presidente[22] de la Comisión de Minería del Senado de la Nación -  tiene una empresa minera que mantiene negocios con la Barrick Gold. En contrapartida la participación de Cambio Democrático es mucho más solapada, ya que detrás de intencionalidad de trabajar para el bienestar de la comunidad se esconde la verdadera intención, que es la de generar mecanismos que permitan reconocer y revertir las resistencias populares.
Pero para comprender el por qué de la resistencia es necesario analizar qué es lo que queda en Argentina de esos faraónicos números que se exhiben  como trofeos del éxito.
En primer lugar, más allá de las inversiones iniciales, lo que se debe discutir es la relación entre ganancias y costos de producción.
Para el año 2008 se estima que los emprendimientos más importantes del país habían facturado alrededor de 25 mil millones de dólares.[23]  No obstante, estos datos se deberían poner en potencial, ya que no existe control sobre el mineral que se extrae y sólo se recurre a la declaración jurada presentada por las empresas. A modo de ejemplo, Minera Alumbrera  desde que se puso en funcionamiento en 1997 ha facturado más de 1.400 millones de dólares, sin embargo la empresa ha presentado balances con pérdidas por lo que recién en 2005 ha comenzado a pagar impuesto a las ganancias. (Vecinos Autoconvocados de Esquel: 2008). Pero esta situación no reviste un caso de excepcionalidad. Cómo explica Nicolás Gutman: “resulta ilustrativo que la aduana no haya tenido durante casi una década, desde la entrada en vigencia de las leyes 24.196 y 24.224, un simple laboratorio para determinar la cantidad de minerales que eran efectivamente sacados del país”.[24]
Retomando el caso de Minera Alumbrera, puesto aquí como ejemplo, y a propósito de lo planteado en el párrafo anterior, la Justicia Federal de Rosario – ciudad en donde se exportan los minerales extraídos en Alumbrera- , esta investigando por el presunto tráfico documental y exportación ilegal de metales. (Vecinos Autoconvocados de Esquel: 2008).
 Como aditamento a lo ya desarrollado, estas empresas además pueden facturar el 100% en el exterior y sin obligación de liquidar divisas.
 Pero las variables desfavorables para la economía argentina no concluyen aquí. Como se expresó previamente, uno de los aspectos que se tiene en cuenta a la hora de hablar de una actividad en pleno proceso de expansión son los millones que se invierten para poner en marcha los emprendimientos. Lo que no se explica es que un gran porcentaje (que puede rondar casi dos tercios de la inversión total) consiste en componentes importados. Ello  muestra, por un lado, una baja articulación con los proveedores locales. Por otra parte, como estas empresas están exentas de pagar impuestos a las importaciones, el Estado Argentino deja de recaudar millones de dólares en ese concepto.
Otro atractivo que se expone es la mano de obra que emplea y los altos salarios que las mineras pagan. Esta afirmación esconde una serie de contradicciones. Es real que en la etapa de construcción (que ronda entre 2 a 3 años promedio) se demanda un alto porcentaje de mano de obra, pero una vez concluida la misma, los trabajadores que fueron contratados para tal actividad, se convierten en desempleados.  Puestos en  producción los yacimientos, por el alto grado de tecnificación no necesitan un número sustantivo de trabajadores. Además, del personal ocupado sólo entre un 20 y un 30% corresponde a la población local. Como sostiene Urbano Cardozo, representante de Vecinos Autoconvocados de Andalgalá: “La minera no quiere pagar los costos de que un vecino tenga un accidente o en el peor de los casos fallezca trabajando en la mina”[25]. Pero además los cargos jerárquicos o de mayor nivel de tecnificación son ocupados por extranjeros. Un ejemplo de ello es lo que explica “un ex trabajador de la construcción de Minera Alumbrera: “Un argentino sólo puede aspirar un cargo intermedio. Los que trabajan en la mina de la zona son muy pocos, menos del 20% más o menos. Los canadienses o estadounidenses para los cargos directivos, y brasileros o chilenos para los cargos técnicos – ingenieros electrónicos, en minas. [26] Además de ello, se debe analizar los costos,  que significa para la empresa, la contratación de mano de obra. En la mayoría de los casos no superan el 10% del costo total. Para el caso del personal nacional ocupado, como muchas de las empresas transnacionales, las empresas mineras externalizan los costos y los riesgos recaen en las PyME´s. En este caso, la explotación de los trabajadores es máxima, incluso no tienen muchos de los beneficios y controles de seguridad laboral que deberían tener.
Pero las prebendas no concluyen allí. El Estado se ha enfocado en brindar todo tipo de beneficios para que el plan cierre a la perfección. Siendo Argentina uno de los países con los impuestos más regresivos, las empresas mineras están exentas de pagar el impuesto al gas oil o el IVA, éste último impuesto, hasta el ciudadano en condiciones de extrema marginalidad lo debe pagar. De la mima forma, mientras se ha planteado un serio problema energético en el país, con incrementos desmesurados en las facturas de electricidad para los usuarios, las empresas mineras gozan de un privilegio que ningún ciudadano común tiene: electricidad subvencionada de alrededor de un 50%.
A su vez, a pesar de consumir millones de litros de agua diarios[27] ello no cuenta en el haber de sus balances.     
Como si aun no fuera suficiente existe otro beneficio, que se suma a la larga lista ya desarrollada. La mayoría de los puertos del país, a fin de convertirse en atractivos, reintegran entre el 2.5 y el 7% del valor del mineral de mercado.
Entonces ¿qué le queda al Estado?
Las empresas están obligadas a pagar entre el 2 y el 3% en concepto de regalía. Es necesario aclarar que no se trata de un impuesto, sino de que se trata de un pago por la explotación de un bien  no renovable. Pero el mencionado porcentaje no es tal. A ese monto se le podrán deducir todos los costos inherentes al proceso de producción, transporte, fletes, seguros, de trituración, molienda, de comercialización hasta la venta del producto logrado, costos de administración, de fundición y refinación. Cómo plantea Gutman a modo ejemplificador: “En la recientemente inaugurada mina Veladero, explotada por Barrick Gold en la provincia de San Juan, se hizo público que se esperaba que el valor de los minerales extraídos y una vez procesados fuera del país fuese aproximadamente de 10 mil millones de dólares. A cambio de semejante riqueza la provincia de San Juan espera recibir como regalía, a lo largo de 20 años, 70 millones de dólares.”[28]
Pero el Estado, en una medida que vulgarmente se podría denominar “cosmética”, intentó revertir parte de esta situación. A finales del año 2007, decidió incrementar el pago de divisas del 5 al 10% y la eliminación de exenciones con las empresas que se habían radicado antes del 2002. Este hecho produjo la ira de los representantes empresariales. La Cámara Argentina de Empresarios Mineros sostuvo que esta política iba en contra de la actividad, ya que las reglas de juego no estaban claras y se iba a tentar con la tan ponderada seguridad empresarial. Por el lado de las empresas transnacionales, en una suerte de estrategia de victimización, amenazaron con retirarse del país si esta medida continuaba. (Diario La Nación, 08-05-09) La opinión más controvertida fue brindada por el presidente de la Asociación de Empresarios Mineros de Catamarca, Alfredo Marchiolli quién sostuvo que el Estado Argentino sería el responsable de incentivar el incremento de utilización de cianuro. Dicha afirmación se fundamenta en la diferencia en lo porcentajes de las retenciones. Con la nueva política, el oro tributará por el 5% mientras que el resto de los metales lo hará  por el 10%, por lo tanto deberían incrementar  la utilización del mencionado químico para separar el oro de otros metales y de esta forma reducir los costos de que los nuevos impuestos acarrearían. (Diario El Ancasti, 16 – 02 – 2008). Una muestra más de la impunidad con la que estas empresas operan en el país.




Epílogo: “La vida  vale mas que los metales
Leyes que permiten la seguridad empresaria y la estabilidad de las inversiones para unos, para otros leyes entreguistas, obras faraónicas, grandes inversiones, promesas de progreso. Todo ello parece ser sinónimo de la minería en la Argentina hoy.
Si bien el país hoy se encuentra entre los principales productores mundiales, esto ha sido posible gracias al modelo de expoliación y explotación que ha generado un sistema en el cual las ganancias son para las empresas y no para los pueblos.
Debe tenerse en cuenta que esta forma de producción se ha desarrollado bajo la forma de enclave, en lugares alejados y pobres, que en una primera instancia podían ver la llegada del desarrollo. Nada más lejano de a la realidad. Las promesas de trabajo no llegaron, a pesar de que la Secretaría de Minería y las empresas se encarguen de decir lo contrario. Es real que es requerida una importante cantidad de personal durante la etapa de construcción, pero una vez que ello pasa, la cruel realidad vuelve a golpear a los pobladores que creían encontrar una salida a la migración y a la pobreza.
Pero también hay quiénes nunca creyeron que estas inversiones traerían progreso. Más allá de los datos económicos hay variables que no se pueden cuantificar. La irracionalidad con la que se utilizan recursos tan vitales como el agua, han generado que actividades preexistentes hoy no puedan ser llevadas a cabo. Pueblos originarios pastores y agricultores hoy ven como sus animales y frutos se mueren por la falta de agua y los derrames tóxicos. 
No obstante, aun desestimando todo lo que hasta aquí se ha desarrollado; suponiendo que al menos un sector de las poblaciones locales gozaran de los usufructos, en el mejor de los casos esta “bonanza” puede durar 10 o 20 años. Pasado ese tiempo, cuando el mineral se agote y/o desaparezca la rentabilidad, las empresas se van dejando atrás los restos de un futuro prometedor que nunca fue. Sólo quedará devastación ambiental, social y cultural. Las dos primeras posiblemente a largo plazo se recuperen, la desaparición cultural implica el aniquilamiento de la identidad y de la memoria colectiva de los pueblos. El mejor de los escenarios, mostrará al Estado, responsabilizándose del saneamiento y la recuperación. Para ello deberá recurrir a los mismos organismos responsables – con la connivencia estatal – que avalaron la devastación y serán los pueblos los que se hagan responsables de pagar por una fiesta a la que no asistieron. Este hecho no resulta para nada descabellado, si se tiene en cuenta que es un proceso que ya esta ocurriendo (ver nota 11),
Ni macroeconómicamente ni socialmente la nueva minería ha sido un negocio, el negocio es de unos pocos. La destrucción de la vida y de la cultura no tiene precio, y la expoliación de los recursos estratégicos del pueblo tampoco
Son todas estas razones, las que hacen que la resistencia popular, que día a día se esta construyendo, sea tan imperiosa como el agua misma. Bajo este modelo ningún cambio es posible.


Bibliografía
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·        Agencia La Vaca. “Las minas de la polémica. Breve recorrido por los 17 emprendimientos mas controvertidos de Argentina”. En: Noticias del CeHu 451/07. www.centrohumboldt.org
·        Asamblea de Vecinos Autoconvocados de Esquel. “Mega Minería Argentina ¿Oportunidades para todos?”. En: http://www.noalamina.org/
·        Berardi, A. “¿Para qué y para quién?: Integración Regional en Sudamérica. El caso de la minería metalífera”. En Actas del X Encuentro Internacional Humboldt. Centro de Estudios Alexander von Humboldt, Rosario, 13 al 17 de octubre de 2008. 
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·        Gómez Lende, S. y Velázquez, G. “Orden global y territorio, verticalidades y horizontalidades. El caso de la Minería metalífera en Argentina (1998 – 2007)”. En: Morina, J (Comp. y Dic.) Cuestiones regionales en la Argentina al comenzar el siglo XXI. Consecuencias sociales, económicas y ambientales de la explotación de recursos naturales. Serie – Publicaciones del PROEG N° 5. Depto de Cs. Sociales – PROEG – AGENCIA, Luján 2008.
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·        Secretaría de Minería. Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios. Minería en números 2008. www.mineria.gov.ar
·        Stiglitz, J. Los felices 90. La semilla de la destrucción. Taurus, Bs. As., 2003. 
·        Svampa, M. y Antonelli, M. (Ed.) Minería transnacional, narrativas del desarrollo y resistencias sociales. Editorial Biblos, Bs. As, 2009.
·        Redacción Wall Street Journal. “Las mineras pasan del auge al repliegue más abrupto de su historia en meses”. 17 de noviembre de 2008. Reproducido en Red GeoEcon 573/08.
En Internet:


[1] Este trabajo es una versión ampliada y corregida del que se presentara – con el título “La Argentina Minera: Análisis macroeconómico”- en el 12° Encuentro de Geógrafos de América Latina, 3 al 7 de Abril de 2009, Montevideo, Uruguay.
[2] Wall Street Journal, “Las mineras pasan del auge al repliegue más abrupto de su historia en meses”. 17 de noviembre de 2008. Reproducido en Red GeoEcon 573/08.
[3] David Harvey plantea que los “ajustes espacio temporales” se producen, en un contexto de economías saturadas que ya no generan la reproducción de capital esperada. En ese contexto el capital deberá ser invertido en proyectos a largo plazo o gasto social, lo que se traduciría es un ajuste meramente temporal, en la apertura de nuevos mercados en donde invertir y de esta forma descomprimir las colapsadas economías, lo que sería un ajuste espacial y, por último una combinación de ambas variables.
[4] Stiglitz, J. Los felices 90. La semilla de la destrucción. Taurus, Bs. As., 2003. págs. 37 – 38.
[5]   A principios del siglo XX, la concentración de cobre obtenida por los EEUU era del 5%, en la actualidad tal concentración se reduce al  0,4%.  Además, la extracción que anteriormente se expandía por una gran porción del territorio de éste país, actualmente sólo se encuentra circunscrita al Estado de Michigan. (Gómez Lende, Velázquez, 2008: 90)
[6] Este sistema consiste en dinamitar grandes cantidades de roca, a las que posteriormente se las somete a un proceso de lixiviación. Para ello la roca pulverizada es vertida en grandes piletones, denominados “diques de cola”, en donde se les aplica sustancias como cianuro mercurio o ácido sulfúrico, entre otros, que  combinados con agua, permiten separar el mineral de la roca.
[7] Carta enviada  por Franz R. Drees  - Gross – Jefe Sectorial Infraestructura, Medio Ambiente Desarrollo Rural y Social Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay-  en representación del Banco Mundial, a la Comunidad Indígena de Tafí del Valle. Bs. As., 29 de octubre de 2008.
[8] Corchetes  indicados por quién aquí escribe
[9] Carta del Banco Mundial, Op. Cit.
[10] Ibidem
[11] A propósito de ello, y como una muestra más de la activa participación del Banco Mundial en la actividad, el 31 de julio de 2008, este organismo otorgó un préstamo de US$ 30 millones al Estado Argentino. Dicho préstamo se enmarca en el proyecto de restauración ambiental minera. (http://web.worldbank.org/external/projects).  Con ello queda claro de quién será  responsable de costear los impactos ambientales de la actividad.
[12] En este trabajo, por motivos de extensión se mencionarán las de mayor significatividad. Existe una variada bibliografía al respecto, que profundiza sobre estos temas. Para ampliar ver: de Moori K., M. Reformas económicas y la inversión en el sector minero argentino. CEPAL. Serie Reformas Económicas Nº 50. Santiago de Chile, 1999. Prado, O. Situación y perspectivas de la minería metálica en Argentina. CEPAL. Serie Recursos naturales e infraestructura Nº 91. Santiago de Chile, 2005, Sánchez Albavera, F., Ortiz, G. y Moussa, N. Panorama minero de América Latina a fines de los años noventa. CEPAL, Serie Recursos Naturales e Infraestructura Nº 1, Santiago de Chile, 1999. Sánchez Albavera, F. y Lardé, J. Minería y competitividad internacional en América Latina. CEPAL, Serie Recursos Naturales e Infraestructura Nº 109, Santiago de Chile, 2006, Agencia de Desarrollo de Inversiones Invertir en Argentina. Minería. Secretaría de Industria, Minería y PyME, Ministerio de Economía y producción. Bs. As., Septiembre de 2005, Svampa, M. y Antonelli, M. (Ed.) Minería transnacional, narrativas del desarrollo y resistencias sociales. Editorial Biblos, Bs. As, 2009, Gómez Lende, S. y Velázquez, G. “Orden global y territorio, verticalidades y horizontalidades. El caso de la Minería metalífera en Argentina (1998 – 2007)”. En: Morina, J (Comp. y Dic.) Cuestiones regionales en la Argentina al comenzar el siglo XXI. Consecuencias sociales, económicas y ambientales de la explotación de recursos naturales. Serie – Publicaciones del PROEG N° 5. Depto de Cs. Sociales – PROEG – AGENCIA, Luján 2008.


[13] En el caso de  India, demanda minerales por más de 55 millones de US$. (Noticias Secretaría de Minería 29 – 08 – 08. www.mineria.gov.ar). Este país consume 716 toneladas y produce sólo el 20% de esa demanda. (Ibidem 7 – 11- 08).
[14] En 2002 la onza valía 277 US$, mientras que en 2007 su valor alcanzaba los 630 US$.
[15] En una apuesta aún mayor, la empresa que  tiene a cargo la explotación del yacimiento, ha invertido 238 millones de pesos para ampliar la planta de trituración. La misma aumentaría de  50 mil a 85 mil toneladas diarias. (Noticias de la Secretaría de Minería   09 – 01 – 09 Op. Cit.)
[16] Resulta interesante este punto, ya que la construcción de Pascua Lama fue anunciada conjuntamente por la empresa Barrick Gold y el estado argentino, el 8 de mayo del 2009, pero en la página Web de la Secretaría de Minería ya estaba anunciada la construcción en el informe del año anterior. Ello implica que no importaba demasiado, para este organismo, que todavía faltaban presentar y aprobar los informes, que respaldaban entre otras cosas la seguridad ambiental, especialmente por el riesgo que implica en este caso. Sólo estuvo el interés centrado en las disputas con el gobierno chileno por el cobro de regalías. Una muestra más de la ausencia de control, que sostienen practicar,  por parte de los organismos oficiales.
[17] La incorporación al esquema productivo de estos yacimientos ha permitido que la producción de metal se incremente más de 70 veces. (Ibidem 07-11-08)
[18] Secretaría de Minería. Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios. Minería en números 2008. www.mineria.gov.ar. Pág. 4.
[19] La licencia social es un factor determinante tanto para las empresas como para el Estado, ya que posibilita llevar adelante la actividad sin la resistencia sistemática de los pueblos. Para ello, un complejo y amplio mecanismo se ha puesto en funcionamiento. Desde las acciones más directas, como la participación – mediante subsidios y donaciones – de las mineras a entidades públicas, hasta otras en donde se establece una trama más compleja de relaciones. En este caso, existen tanto universidad nacionales, como así también ONG´s que actúan como mediadoras para lograr el tan ansiado consenso. Para ampliar sobre el tema ver, Antonelli M. “Minería transnacional y dispositivos de intervención en la cultura. La gestión del paradigma hegemónico de la “minería responsable y el desarrollo sustentable””. En Svampa, M. y Antonelli, M. (Ed.) Minería transnacional, narrativas del desarrollo y resistencias sociales. Editorial Biblos, Bs. As, 2009.
[20] Entrevista realizada en el Canal América, Martes 23 de junio de 2009.
[21] Reportaje realizado por Sergio Elguezabal para el Programa TN Ecología, TN, sábado 20 de junio de 2009.
[22]  Si bien continua siendo presidente de esta comisión ya ha elevado una especie de renuncia anticipada, por lo que no renovará su cargo en diciembre. 
[23] Díaz, A. “Las mineras y sus “patentes de corso” en nuestro territorio”. En Diario  El Periódico, San Miguel de Tucumán,  Sábado 18 de julio de 2009. Pág. 19.
[24] Gutman, N. “La conquista del Lejano Oeste”. En Le Mondé Diplomatique. Edición Cono Sur. Mayo 2007. Pág.  12.
[25] Fragmento de la entrevista realizada a Urbano Cardozo, por quién escribe este artículo. Andalgalá - Catamarca, Agosto de 2008.
[26] Se ha reservado el nombre real de quien brinda testimonio. Entrevista realizada por quien escribe este artículo, Amaicha del Valle, Tucumán, febrero de 2009.
[27] A modo de ejemplo, Mina Alumbrera consume 66 mil litros de agua potable por segundo. Teniendo en cuenta que Agua Rica, emprendimiento que prácticamente colinda con el anterior, es casi 3 veces más grande que el primero,  significaría prácticamente la desaparición de Andalgalá, Belem y Santa María, además del resto de los poblados que se abastecen de esas fuentes.
[28] Gutman, N. Op. Cit. Pág. 13


Extraído de Liberali, Ana y Omar Gejo (directores) (2010) La Argentina como Geografía. Procesos Productivos e Impacto Social (1990-2008). Universidad Nacional de Mar del Plata. Universidad Nacional de Luján. Centro de Estudios Alexander von Humboldt. Unión Geográfica de América Latina. Red Latinoamericana de Estudios Geográficos de la UGI. Buenos Aires. ISBN 978-987-97685-5-6; pp. 81-107.

1 comentario:

  1. El cuadro de los yacimientos mineros omite algunos emprendimientos en Patagonia: Andacollo Oro (Norte de Neuquén- empresa Megsa -junior de Barrick- Sale a Chile de acuerdo al tratado argentino chileno
    Sierra Grande (ex Hipasam -Hierro) Río Negro, empresa CCE (capitales chinos, exportación por puerto propio)
    Ambas inicialmente fueron mineras a socabón, hoy lo están haciendo a cielo abierto. La primera entra en producción en la década de los 90.
    La segunda ex empresa del Estado produce desde mediados de los 60, se cierra en los 90 y en los 2003-4 la pcia de R.N la privatiza y vende a la empresa china citada.-
    En ninguno de los dos casos se cumplieron, cubrieron la expectativas de los pobladores regionales.-

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